Todos los niños, niñas y adolescentes deben disfrutar de todos los derechos humanos y, además, necesitan de protección especial. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha redactado la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional de 54 artículos que ha sido ratificado por la gran mayoría de países del mundo y que contempla los derechos sociales, culturales, económicos, civiles y políticos de cada infante.
Sin embargo, existe un número importante de niños y adolescentes cuyos derechos son vulnerados y la cifra va en aumento. La ONU, que sigue de cerca este fenómeno, ha mencionado que en la medida en que se incrementa la densidad poblacional, más pequeños ven violentados uno o más de sus derechos.
Hablemos y reflexionemos sobre la infancia vulnerable.
¿Qué es la infancia vulnerable?
La infancia vulnerable es la condición de susceptibilidad en la que se encuentran algunos niños y adolescentes de ser maltratados, perjudicados, lastimados, perseguidos, discriminados, desplazados o violentados por agentes hostiles o por encontrarse en medio de situaciones que los hacen más vulnerables que al resto de los niños del mundo, por ejemplo, los conflictos armados, la violencia intrafamiliar, la pobreza, entre muchas otras.
Estas vulneraciones contra los niños están presentes en todos los rincones del planeta, y las formas en que se manifiestan suelen ser numerosas: violencia y abuso sexual, explotación infantil, la discriminación a las niñas y la discriminación étnica, la negación de los derechos civiles y políticos, el desplazamiento por conflictos armados, entre otros.
Los niños y adolescentes refugiados, aquellos que se encuentran en conflicto con la ley, los que se han separado de sus familias y se encuentran solos, los que tienen condición de discapacidad o que están en medio de contextos hostiles, son ejemplos de infancia vulnerable y, por lo tanto, tienen un significativo riesgo de sufrir violación de sus derechos.
A ellos se les concede la protección especial contemplada en la Convención sobre los Derechos del Niño y, además, existen otros instrumentos internacionales y legislaciones nacionales que buscan garantizar sus derechos. Pero hasta ahora, es un flagelo que va creciendo.
Factores que colocan a los niños en situación de vulnerabilidad
Ya hemos mencionado que los principales factores que colocan a los niños en situación de vulnerabilidad son la pobreza, los conflictos armados, la violencia generalizada, el tráfico infantil, la discriminación racial y por género. Pero también debemos mencionar la inseguridad alimentaria, las desigualdades sociales, la inestabilidad política y económica, el cambio climático, los desplazamientos forzosos y la delincuencia organizada.
Esta afirmación no es realizada a la ligera, elinforme anual de la representante especial de la ONU sobre la violencia contra los niños refleja cifras importantes al respecto. A continuación te detallamos algunas:
Violencia armada
La circulación de armas y la violencia organizada se han cobrado la vida de muchos niños y adolescentes. En 2021, aproximadamente, el 15 % de las víctimas de la violencia armada fueron menores de 18 años. El mayor porcentaje se concentra en el continente americano, en donde se registró una tasa de 15 víctimas de homicidio por cada 100.000 habitantes.
Violencia en línea y sexual
Unos 300 millones de niños han sido víctimas de explotación y abusos sexuales en línea. Según las cifras aportadas por el informe, casi el 15 % de los niños de todo el mundo afirman haber sido víctimas del ciberacoso y haber estado expuestos a contenido sexual, con promoción del suicidio, conductas autolesivas o con discurso de odio y discriminación.
Pero además, actualmente la aparición de las nuevas tecnologías y el desarrollo de la inteligencia artificial generativa suponen nuevos riesgos en este sentido.
Violencia en la casa
El informe sostiene que alrededor de 400 millones de niños menores de cinco años son sometidos a agresiones físicas y psicológicas, como parte de la disciplina violenta que ejercen sus cuidadores. Además, el estudio expone que en más de un tercio de los países, el 5 % de las mujeres jóvenes dijeron que sufrieron violencia sexual en su infancia y, en la mayoría de los casos, los agresores eran personas cercanas como padres, vecinos, cuidadores o maestros.
En cifras: Cada año aumenta el número de niños en condición vulnerable
En el mismo informe anual de la representante especial de la ONU sobre la violencia contra los niños, se revelan otras cifras que dan cuenta del aumento y la presencia de la infancia vulnerable en todo el mundo:
- La infancia vulnerable está presente en todos los países del mundo, incluso en las naciones más ricas, donde el 20 % de la población infantil vive en condición de pobreza.
- Desde 2021, el número de niños sin escolarizar ha aumentado considerablemente. La ONU registra más de 6 millones de nuevos casos, llegando a contabilizar actualmente alrededor de 250 millones.
- A pesar de que en 2022 los índices de hambre y seguridad alimentaria se estabilizaron, cerca de 148 millones de niños de menos de cinco años presentan retraso en el crecimiento.
- A finales de 2022 se registró la cifra más alta en los últimos 20 años de niños que vivían en zonas de conflicto: uno de cada seis niños, lo que equivale a más de 450 millones.
- Aproximadamente 1.000 millones de niños están en alto riesgo de verse afectados por el cambio climático.
Muchos son los esfuerzos que se realizan para mejorar el contexto en el que se desenvuelven los niños, pero en la dinámica global se avizoran la continuación y la aparición de nuevos conflictos que entorpecen el correcto desarrollo de los más pequeños.
Iniciativas hacia un mundo libre de violencia contra los niños
Son múltiples los factores que afectan desproporcionadamente la seguridad, el bienestar y el óptimo desarrollo de los más pequeños. Y más allá de políticas de protección que ayuden a sobrellevar las crisis y sus consecuencias, la ONU sugiere que es imperante prevenir y abordar el origen de la violencia contra los niños.
Por ello, los Estados, las organizaciones y los actores políticos de todo el mundo están obligados no solo a dar cumplimiento a las normativas establecidas para garantizar la protección especial de la infancia vulnerable, sino también a definir e invertir en estrategias que prevengan todas las situaciones que comprometen o violentan los derechos de los niños y adolescentes.
Así avanzaremos hacia una sociedad libre de violencia para los más pequeños.
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