Cómo mejorar la autoestima en niños y adolescentes


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En el desarrollo pleno de las personas influyen diferentes elementos relacionados con la salud mental y el bienestar emocional. En el caso de la autoestima saludable en niños y adolescentes contribuye a la consolidación de relaciones asertivas, al establecimiento de metas claras, a tener mayor seguridad y autosuficiencia a la hora de asumir desafíos, entre otros beneficios que conllevan en la construcción de adultos más sanos y felices.

Ahora bien, la autoestima baja es un problema que afecta las relaciones y el desenvolvimiento de un gran número de niños y adolescentes. En tal sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la intervención temprana y trabajar en el bienestar psicológico para prevenirlo.

A continuación te presentamos algunas recomendaciones para mejorar la autoestima en niños y adolescentes, especialmente desde el entorno familiar.

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¿Qué es la autoestima y por qué es importante para un desarrollo pleno?

Autoestima es la forma en que una persona se percibe a sí misma y se valora, esto engloba todo un conglomerado de juicios de valor, percepciones, sentimientos y creencias sobre sí mismos, que inciden significativamente en la forma en que nos relacionamos y nos comunicamos con los demás, y también en nuestra conducta y capacidad de compartir y participar en actividades, de asumir retos, de disfrutar de nuestros logros, de ser empáticos, autosuficientes, creativos y responsables.

Trabajar la autoestima en niños y adolescentes es una manera de abonar un escenario favorable para toda la vida. Quienes tienen una autoestima saludable suelen sentirse bien consigo mismos, tolerar mejor el fracaso y tomar decisiones con mayor confianza. En los niños y adolescentes esto puede traducirse, por ejemplo, en mejor disposición para comenzar becas y oportunidades académicas y en menor riesgo de consumo de drogas ilegales.

Por su parte, la autoestima baja está asociada al sentimiento de no ser lo suficientemente bueno, lo que hace que las personas eviten situaciones en las que crean que existe riesgo de fracaso o de cometer errores. Esto repercute en el rendimiento escolar, en la capacidad de hacer amigos o de probar nuevas actividades. En casos más críticos, puede abrir la puerta a problemas mentales o emocionales como la depresión.

Algunos de los factores que influyen en la autoestima son los siguientes:

  • La presión de grupo y la necesidad por adaptarse a normas sociales y al entorno de amigos puede moldear la manera en que nos percibimos a nosotros mismos. Por ejemplo, los estándares de belleza pueden ocasionar estrés y sentimientos negativos hacia la propia imagen corporal.
  • Las redes sociales no solo son un canal que permite establecer conexiones, sino que también se han convertido en un espacio que conlleva en comparación con modelos de referencia poco realistas.
  • Cuando el rendimiento académico es equiparado con la propia valía, es capaz de reforzar o de debilitar la autoestima de los niños y adolescentes.
  • Las dinámicas familiares y las relaciones con padres, hermanos y parientes más cercanos son determinantes en la formación de la autoestima. Un ambiente afectivo, sin lugar a dudas, favorece la percepción de sí mismos.
  • De la misma manera en que una baja autoestima puede mermar la salud mental, los problemas mentales como la ansiedad y la depresión, pueden afectar la autoestima.

Por ello, el entorno social y académico, las relaciones más cercanas y las redes sociales ejercen un gran peso.

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Consejos para mejorar la autoestima en niños a adolescentes

La autoestima de los niños y adolescentes se apoya en cuatro pilares fundamentales. El primero de ellos es la consolidación de vínculos importantes para él y que los demás también deben considerar importantes; el segundo es el reconocimiento de su singularidad y la valoración de aquellas cualidades o características que le hacen especial diferente; el tercero es la disponibilidad de medios, de poder o de oportunidades para cambiar circunstancias de su propia vida; y por último la identificación de modelos que les sirvan como puntos de referencia positivos.

En función del fortalecimiento de estos cuatro pilares, destacamos algunos consejos para mejorar la autoestima en niños y adolescentes:

Comunicación efectiva

Escúchele con atención cuando lo necesite o le pida ayuda o alguna opinión, tómese el tiempo para escucharlo y hacerle saber que lo que dice es importante y que respeta sus puntos de vista. Igualmente, fomente o promueva espacios de diálogo espontáneo en los que puedan compartir sus intereses, aficiones o preocupaciones.

Afianzar su singularidad

Resalte y refuerce las características que lo hacen singular, en el caso de sus habilidades especiales puede animarle a experimentar o prepararse para mejorarlas. Además, aliéntele a expresar y desarrollar sus propias ideas sin importar que sean distintas a las suyas.

Evitar las comparaciones

Para mejorar la autoaceptación, lo ideal es evitar las comparaciones de cualquier tipo, con personas famosas, amigos e incluso personas muy cercanas como hermanos. En cualquier caso, se pueden establecer o utilizar figuras de inspiración relevantes para sus intereses.

Reconoce y celebra sus progresos

Reconoce sus logros más allá de los resultados finales. Es una manera de demostrarles que estás atento a su crecimiento personal y de enseñarles a valorar y celebrar sus progresos, incluso los pequeños hitos. Estarás reforzando la confianza en sí mismos y motivándole a continuar mejorando.

Desintoxicación digital

Limitar el tiempo que pasan en redes sociales es una manera de atenuar la comparación y la presión social. Puedes animar a los niños y adolescentes a participar en actividades que no requieran de conexión a internet, tales como deportes, talleres de lectura, clases de cocina o salidas al aire libre en familia.

Fomentar y reforzar la autonomía

Permite que lleve a cabo tareas, ofrécele la oportunidad de que tome decisiones y deja que asuma responsabilidades adecuadas para su edad. Si quieres ir más allá, puedes animarle a participar en talleres para el desarrollo de habilidades para la resolución de problemas y la toma de decisiones. Es una excelente manera de mejorar su confianza.

Fomentar la resiliencia

La resiliencia permite manejar el fracaso, los desafíos y las dificultades de manera más positiva, haciéndoles ver en todos ellos una oportunidad de aprendizaje que no los incita a abandonar sus metas, sino que los motiva a superarlas.

Fortalecer la autoestima desde los hogares, las escuelas y los centros de cuidados

La OMS destaca la importancia de proteger a los niños y adolescentes y de promover su bienestar psicológico desde todos los espacios: los hogares, los centros educativos y los centros de cuidados.

La tarea comienza por fomentar una buena autoestima, pero también es preciso aprender a identificar los signos de baja autoestima para contrarrestar. El bajo rendimiento académico, menospreciar los logros y habilidades propias y la falta de disposición para practicar actividades grupales o eventos sociales son algunos de ellos.

Ahora bien, es importante que los padres, los cuidadores, los docentes y demás figuras importantes en el entorno inmediato de los niños y adolescentes estén en capacidad de abordar el problema a través de la educación y el apoyo emocional, con el fin de propiciar un desarrollo saludable y una vida plena.

Cuéntanos, ¿qué otro consejo para mejorar la autoestima en niños y adolescentes añadirías?

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