Desde hace 9 años, la comunidad internacional unió sus esfuerzos en la lucha contra los Trastornos Alimentarios (TCA), estableciendo el 30 de noviembre como día destinado a concientizar a la sociedad mundial sobre los múltiples factores que inciden en el crecimiento de esta problemática.
Si bien, los expertos coinciden en vincular los trastornos de la conducta alimentaria a factores genéticos, también es cierto que gran parte de los síntomas de esta patología son causados por problemas emocionales que están relacionados con el entorno y las distintas presiones sociales a las que las personas están expuestas constantemente, especialmente los jóvenes.
¿Qué son los trastornos alimentarios?
Son alteraciones de la conducta alimentaria de las personas, es decir, cambios repentinos en la manera y el modo de ingerir alimentos que genera un número significativo de consecuencias negativas en su salud, ya que se basa en el control de la comida como mecanismo para compensar insatisfacciones emocionales y sentimentales que aumentan el riesgo de adquirir enfermedades físicas más graves que pueden ocasionar la muerte de la persona que las padece.
¿Cuáles son las causas de los TCA?
Es difícil determinar una causa aislada que propicie la aparición de alguno de los tipos de trastorno alimenticio que existen, sin embargo, los científicos e investigadores advierten que estas anomalías en el régimen de alimentación son producto de la combinación de complejas condiciones que involucran factores genéticos, psicológicos, emocionales, interpersonales y hasta sociales.
– Factores genéticos
Se han estudiado casos de familias en las que los científicos identificaron sustancias químicas producidas en el cerebro que contribuyen a generar un desequilibrio en los neurotransmisores encargados de controlar el apetito y la digestión.
– Factores psicológicos
Existen áreas del cerebro que se ven afectadas por factores externos que inciden negativamente en un cambio de la conducta alimentaria, los más comunes son:
- Poca autoestima.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Sentimiento de insatisfacción y soledad.
- Rabia.
– Factores emocionales
Los factores emocionales constituyen una de las causas más comunes en las personas que padecen de TCA, siendo los responsables de originar acciones voluntarias en la conducta alimentaria que ponen en riesgo la salud de la persona:
- La necesidad de encajar en un determinado grupo o ideal social.
- Insatisfacción estética.
- Necesidad de generar control sobre los demás.
– Factores interpersonales
La manera en que las personas se relacionan con sus semejantes puede constituir un detonante que desencadena una serie de conductas alimenticias en muchas personas que eligen esta opción como un mecanismo de evasión de la realidad.
Las personas más vulnerables, generalmente, presentan graves problemas para expresarse debido a que han pasado por alguna de estas situaciones dramáticas:
- Haber sido expuesto en público debido a su apariencia o peso.
- Convivir en un ambiente familiar conflictivo.
- Padecer de abuso sexual o físico.
– Factores sociales
Constantemente la sociedad está siendo bombardeada por medios de difusión masiva, que se encargan de insertar arquetipos de belleza y popularidad que valorizan a las personas. Muchos de los pacientes de TCA han sido movidos por presiones sociales con el fin de alcanzar los estándares que dicta el colectivo.
Los jóvenes han sido las principales víctimas del flagelo, debido a que están constantemente expuestos a escenarios y situaciones de competitividad y control que los hacen vulnerables por su poca madurez emocional, llevándolos a experimentar cuadros clínicos donde se detecta baja autoestima, ansiedad, depresión, rabia, soledad e insatisfacción.
¿Cuáles son los tipos de Trastornos de la Conducta Alimentaria?
La Asociación Española de Psiquiatría en su diagnóstico ha clasificado los trastornos de conducta alimentaria de la siguiente manera:
– Anorexia nerviosa
Este trastorno conlleva a la alteración por restricción o reducción de la ingesta nutricional diaria, que en algunos casos va acompañada de purgas o vómito autoprovocado, así como la exageración del ejercicio físico por el miedo permanente de aumentar de peso.
– Bulimia nerviosa
La bulimia produce en las personas una sensación de hambre permanente y descontrolada que las incita a ingerir grandes cantidades de alimento en corto tiempo (atracones) que más tarde, debido a la sensación de culpabilidad intentan compensar la ingesta de comida mediante vómitos autoinducidos.
– PICA
Es un trastorno peculiar de la ingesta de alimentos que se manifiesta principalmente en la infancia, y se caracteriza por consumir sustancias inadecuadas que no proveen ninguna carga nutritiva al organismo como arena o yeso.
– Rumiación
El trastorno por rumiación en las personas es una especie de círculo vicioso en el que tienen lugar una serie de regurgitaciones repetidas de los alimentos consumidos, que los llevan del estómago a la boca donde son masticados e ingeridos para continuar con el mismo procedimiento.
– Vigorexia
Aunque este trastorno no se encuentra incluido como tal en ningún manual diagnóstico por no comprender una patología alimentaria, representa una preocupación en el campo científico, ya que va en aumento.
Se caracteriza por la obsesión permanente de aumentar la masa muscular lo que ha venido ocasionando un cambio considerable en la conducta alimentaria consumiendo solo aquellos alimentos que favorezcan sus objetivos.
– Ortorexia
La ortorexia es una demostración de que todos los extremos son perjudiciales en especial si representan una obsesión.
Este trastorno se diferencia del resto porque se justifica en una causa que parece ser válida para el bienestar de la persona, ya que se orienta en la ingesta y consumo de comida certificada ecológicamente bajo altos estándares de calidad.
En este caso el problema no es la cantidad de la comida sino la calidad, lo que se convierte en un problema que afecta la salud psicológica y física de las personas.
¿Cómo afectan los TCA a la salud de las personas?
El problema con los TCA es que origina una serie de complicaciones en la persona que sobrepasa el ámbito alimentario, pudiendo derivar en:
- Estreñimiento.
- Hipotensión.
- Ansiedad.
- Alteraciones en el desarrollo y crecimiento.
- Irregularidad cardíaca.
- Debilidad.
- Vómitos.
- Hipertensión arterial.
- Apnea de sueño.
¿Cómo se tratan los trastornos de la conducta alimentaria?
Por ser un cuadro complejo que involucra varios factores de la conducta humana, lo más recomendable es remitirse a un equipo multidisciplinario que incluya un médico, un nutricionista y un psicólogo, quienes basándose en un diagnóstico previo se encargarán de establecer un tratamiento integral que involucre asesoría sobre el trastorno de la conducta alimentaria.
Es importante ser atendido por profesionales y expertos en tratar trastornos de la conducta alimentaria lo antes posible para que no se agrave la situación
ADD Informática: unidos en la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria
En ADD Informática comprendemos la importancia de la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria, y aportamos nuestro granito de arena gracias al Programa informático ResiPlus ®, que ponemos a disposición de los centros de ayuda contra los trastornos de la conducta alimentaria. Así mejoramos a gran escala el sistema informático que permite facilitar y mejorar la atención de los pacientes a fin de brindarles soluciones oportunas que mejoren su calidad de vida.
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